El stretching es una disciplina que cada día es más común en los gimnasios. Básicamente, consiste en una rutina de diferentes ejercicios derivados del yoga, de la gimnasia tradicional y de la danza clásica. Son movimientos suaves que, con el tiempo, mejoran la flexibilidad de los músculos. Precisamente, al mejorar la flexibilidad de los músculos, es una disciplina que se debe practicar casi a diario. Además, aunque parezca una actividad sencilla, los ejercicios son relativamente complejos y requieren de una correcta respiración, concentración, calma y relajación. Todo esto es importante porque una buena oxigenación atenúa el estado de tensión.
Este tipo de ejercicio es ideal para quienes tengan una vida sedentaria y tienen dificultades para empezar de cero alguna actividad física. Además, su bajo impacto hace que puedan practicarlo personas mayores o con lesiones. La flexibilidad que se consigue, no solo ayuda a incrementar la movilidad diaria, sino también favorece el desarrollo de masa muscular, activa la circulación sanguínea y te ayuda a quemar grasa. Al tumbarse sobre una colchoneta e intentar relajarse y concentrarse se comienza a realizar los ejercicios de respiración, que deben ser suaves, pero profundos, oxigenando bien todo el cuerpo para, así, provocar un mayor estado de tensión de la musculatura. Después, llega el momento de realizar de forma suave alguna de las posturas que nos indiquen, es importante llevar ropa cómoda que nos permita libertad de movimiento, cuando se alcance la posición, hay que aguantar entre 10 y 30 segundos para, después, volver poco a poco a la postura natural.