Las contusiones musculares se producen cuando un individuo recibe uno o varios golpes directos en la parte del cuerpo en cuestión, o como consecuencia de un traumatismo, por ejemplo, al caer contra una superficie dura. Básicamente, los músculos y los huesos se comprimen y aplastan durante el golpe, provocando hinchazón, hematoma o edema en función de la gravedad e intensidad del traumatismo. Las contusiones suelen clasificarse en 3 grados según su gravedad. Las contusiones de moderadas a graves tardan una media de 4 a 6 semanas en curarse, mientras que las contusiones leves tardan mucho menos, incluso unos pocos días. En casos graves, la contusión puede provocar una fractura ósea o una lesión muscular. Las contusiones musculares afectan principalmente a los cuádriceps, deltoides y glúteos. En cambio, las contusiones óseas afectan con mayor frecuencia a la tibia, tobillo, pie y costillas. En casos graves, la contusión puede provocar una fractura ósea o una lesión muscular. El tiempo para volver a practicar deporte depende claramente del grado/gravedad de la lesión y del proceso de curación en función de los progresos obtenidos con los tratamientos de fisioterapia.