Caminar, además de ser una forma sencilla y accesible de ejercicio, tiene beneficios directos sobre la calidad del sueño. Es una herramienta natural, gratuita y eficaz para ayudarte a conciliar el sueño más rápido, dormir más profundo y despertarte con más energía. Caminar, especialmente si lo haces al aire libre y por la mañana, ayuda a sincronizar tu ritmo circadiano. La exposición a la luz natural activa tu ciclo sueño-vigilia, facilitando que por la noche el cuerpo produzca melatonina, la hormona del sueño, en el momento adecuado. Reduce el estrés y la ansiedad. Caminar con regularidad baja los niveles de cortisol, despeja la mente y relaja el cuerpo. Favorece el cansancio físico saludable. Caminar activa músculos, mejora la circulación y prepara naturalmente al organismo para el descanso nocturno. Una caminata diaria no solo ayuda a dormir mejor, también mejora el estado de ánimo, la salud cardiovascular y la energía durante el día.