La evaluación postural es el primer paso para mejorar la postura, mediante una evaluación postural realizada por un fisioterapeuta para identificar desequilibrios y áreas de tensión. Los ejercicios correctivos ayudan a fortalecer los músculos débiles y a estirar los músculos tensos, como el estiramiento de pectorales, que se realiza parándose en una puerta con los brazos en ángulo de 90 grados, colocando los antebrazos en el marco de la puerta y dando un paso hacia adelante para estirar el pecho, manteniendo la posición durante 20-30 segundos. La terapia manual, como la masoterapia, ayuda a liberar la tensión muscular y a mejorar la circulación, mientras que la movilización articular mejora la movilidad de las articulaciones y ayuda a corregir la alineación. En la vida diaria, es importante ajustar la estación de trabajo para mantener una postura adecuada, usar una silla ergonómica y colocar la pantalla de la computadora a la altura de los ojos, así como incorporar ejercicios de fortalecimiento del core y la espalda en la rutina de ejercicios. También es fundamental ser consciente de la postura a lo largo del día, hacer pausas frecuentes para ajustar la posición y estirar, y consultar con un fisioterapeuta para recibir una guía personalizada y asegurarse de que se está siguiendo el plan adecuado para mejorar la postura.