Independientemente de la duración específica, que varíe entre 30 y 60 minutos cada día, el tratamiento no solo se limita a la sesión diaria en la sala, sino que también implica ejercicios en casa. La duración total del tratamiento puede variar dependiendo del problema, de lo que cada persona necesita y de su evolución, y es importante recordar que buena parte del beneficio de la recuperación llegará precisamente a través de los ejercicios realizados en casa. Los pacientes que se toman en serio estos ejercicios y los realizan según las indicaciones tienen un progreso significativo en su tratamiento de fisioterapia y se sienten mejor mucho antes. Por otro lado, aquellos que no cumplen con los ejercicios en casa pueden tener un progreso más lento y requerir más sesiones para alcanzar un resultado óptimo. La colaboración activa del paciente con su fisio es clave para una recuperación eficiente y para evitar complicaciones. La vuelta a la capacidad física anterior depende también de ser parte activa en el tratamiento y hacer "equipo" con el fisio desde el primer día. La información proporcionada por el paciente sobre su experiencia con los ejercicios en casa es vital para que el fisio ajuste el tratamiento según sea necesario.