El equilibrio es necesario para el cuerpo humano, debido a que es la manera que tienen nuestras estructuras de mantenerse activas durante las diferentes posturas que se realizan día a día.
Además, gracias a todos los sistemas que colaboran para coordinar esta capacidad física, podemos mantener el centro de gravedad en su posición y así evitamos las caídas constantes.
Es común observar en las enfermedades del oído, en tumores cerebelosos y en ACV como la persona comienza a presentar alteraciones en el equilibrio, con lo cual el paciente tiende a caerse constantemente sin saber la razón.
Pero dependiendo de la enfermedad se encuentran otros síntomas y signos asociados que hacen sospechar al médico cual es la fuente del problema.
Cuando se presentan alteraciones en el equilibrio además de otras intervenciones de acuerdo a la patología base, también se deben realizar ejercicios y actividades destinadas a mejorar esta capacidad afectada.
Entre esos ejercicios podemos destacar las siguientes actividades: Caminar en línea recta, un pie adelante del otro con variaciones en las manos.
Fortalecimiento de los músculos posturales y de las extremidades.
Caminar mientras se mueven los brazos de manera alterna, realizando flexión de codo.
Trabajar sobre superficies inestables y con cambios de posición.