La electroterapia es una rama de la fisioterapia y la rehabilitación que utiliza corrientes eléctricas controladas para estimular los distintos tejidos corporales con fines terapéuticos.
Estas corrientes son administradas a través de electrodos colocados en la piel, cerca de la zona afectada.
La idea detrás de la electroterapia es mejorar la circulación sanguínea, reducir la inflamación, aliviar el dolor y promover la curación de los tejidos dañados o doloridos.
Existen varios tipos de electroterapia, cada uno con sus propias características y aplicaciones específicas.
Algunos de los más comunes son la electroestimulación muscular, la terapia TENS, la iontoforesis y el ultrasonido terapéutico.
La electroterapia se puede utilizar en una amplia gama de condiciones clínicas, incluyendo lesiones deportivas, dolor crónico, rehabilitación postoperatoria, inflamación y edema, y trastornos neuromusculares.
La electroterapia ofrece una serie de beneficios significativos en el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas, como alivio del dolor, mejora de la circulación, reducción de la inflamación y rehabilitación más rápida.
También es una opción de tratamiento no invasiva y versátil, lo que la convierte en una herramienta valiosa en la fisioterapia.
En Clínica Rozalén, los fisioterapeutas y auxiliares de fisioterapia utilizan la electroterapia como parte de un enfoque integral para el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas en los pacientes.
La electroterapia puede ayudar a restaurar la fuerza y la movilidad en la zona afectada, acelerando la recuperación.
La electroterapia puede reducir la inflamación y el edema, mejorando así la circulación sanguínea y acelerando el proceso de curación.