La electroestimulación deportiva es una técnica que consiste en aplicar estímulos eléctricos para provocar contracciones musculares, con el fin de conseguir un efecto parecido al que se obtendría por medio del ejercicio.
La electroestimulación deportiva, también llamada ‘ejercicio pasivo’, permite aumentar el tono muscular, mejora la flacidez de los músculos, incrementa su volumen, su resistencia y su fuerza.
La electroestimulación es aplicada por medio de un aparato denominado ‘electroestimulador’ en las zonas más problemáticas, ya sea con una finalidad de mejora del rendimiento muscular o terapéutica.
La electroestimulación aporta grandes beneficios a nuestra salud muscular.
Es usada para tratar patologías musculares y en terapias de rehabilitación.
Ayuda a prevenir la atrofia muscular.
Potencia los músculos.
Ayuda a tratar las contracturas musculares.
Aumenta la fuerza para la estabilidad articular.
Es usada para tratar la profilaxis de la trombosis.
Se puede usar como tratamiento del dolor.
Permite entrenar los músculos de un modo más profundo, sin generar fatiga en el sistema nervioso.
Es muy cómodo de usar.
No se obtiene tanto volumen muscular como con el entrenamiento muscular voluntario.
Tampoco permite trabajar el control ni la coordinación muscular.
No hay que abusar de la electroestimulación deportiva y hay que trabajarla adecuadamente.
Debes saber usar y colocar los electroestimuladores, ya que cada fase de entrenamiento brinda diferentes resultados.
Los electroestimuladores no están recomendados para personas con marcapasos, que tienen tumores, que sufren de epilepsia, de alteraciones de la sensibilidad, etc.