Para evitar lesiones deportivas en el gimnasio, ya sea en un entrenamiento de fuerza, de cardio o funcional o en una actividad dirigida, es de vital importancia realizar el ejercicio de manera correcta. Calentamiento: dentro del calentamiento se derían diferenciar dos partes, primero, un calentamiento general, para activar a nivel global el cuerpo, para el estímulo que va a venir a continuación y segundo, otro que incida en las articulaciones y la musculatura que vaya a participar en el entrenamiento.
Movilidad: la movilidad es una de las grandes olvidadas dentro del entrenamiento.
Y es que, el entrenamiento de la movilidad es imprescindible para un buen desarrollo de la actividad física ya que permite ganar rango de movimiento sin perder fuerza.
Técnica en el ejercicio: ya sea para aislar mejor la musculatura, si este fuera el objetivo o para ser más eficiente teniendo que aplicar menos fuerza, la técnica es esencial para prevenir lesiones.
Además, no se debe olvidar que una mala ejecución puede ser determinante a la hora de sufrir una lesión deportiva.
Cargas progresivas: la elección adecuada de la carga permitirá progresar de manera óptima.
Por un lado, entrenar con una carga muy liviana no será estímulo suficiente y la consecuencia podría ser quedarse estancado.
Mientras que, por otro lado, una carga muy elevada podría terminar en un sobreentrenamiento y generar demasiada fatiga, haciendo que el musmo no descanse lo suficiente.
Descanso: tanto entre series de entrenamiento en cada sesión como de seriones en cada semana.
En ocasiones algo tan sencillo como hacer caso al cuerpo también puede evitar el sobreentrenamiento.
En lo referente al descanso en las series hay que tener en cuenta el objetivo del entrenamiento y el porcentaje de carga que se maneja; pero 2, 3 minutos de descanso es una buena pauta a seguir y que permitirá dar tiempo suficiente al músculo para poder ejecutar las mismas repeticiones con los mismos kilos.
Adaptar los ejercicios en función del nivel: hoy en día hay mucho contenido sobre actividad física.
El problema está en que no todos los ejercicios, debido a su complejidad, son aptos para todo el mundo.
Un ejercicio guiado con máquinas puede configurarse como una buena opción para preparar la fuerza de una persona, para así, según la capacidad que tenga ir introduciendo movimientos libres y funcionales.
Hidratación: el rendimiento y la hidratación van muy de la mano con la prevención de lesiones deportivas, dado que una correcta hidratación permitirá reponer los electrolitos que se hayan podido perder debido a la sudoración.
No crear descompensaciones y enfatizar en la musculatura debilitada: ya sea por los movimientos repetitivos que se realizan a diario en el trabajo o simplemente por hacer mayor hincapié en unos u otros músculos.
La clave está en trabajar nuestras fortalezas y debilidades, por mucho que estas últimas cuesten.
Asesoramiento para no sufrir una lesión en el gimnasio Y por último y no menos importante, para reducir el riesgo de lesiones lo mejor es dejarse asesorar por los profesionales.
Esto parece una obviedad, pero no solo los principiantes necesitan recomendaciones; aunque se tenga experiencia también se comenten errores.
Por ello nuestro 10º consejo es, además de seguir las 9 pautas anteriores para reducir el riesgo de lesiones deportivas, acudir siempre a una persona con formación, puesto que un profesional del fitness va a saber personalizar el entrenamiento de cada uno en base a necesidades, nivel y objetivos.