Haz deporte regularmente. La práctica de ejercicio físico repercute positivamente en nuestra salud y ayuda a fortalecer y tonificar nuestra columna vertebral. Podemos elegir el deporte que más nos guste, aunque la natación y los ejercicios para reforzar los músculos abdominales son muy recomendados para el cuidado de la espalda. Es importante recordar que antes de empezar el ejercicio físico se deben realizar estiramientos que nos permitan minimizar la posibilidad de sufrir algún daño durante la práctica de deportes de cierta intensidad.
Mantén una postura adecuada. La postura corporal tiene una elevada influencia sobre el bienestar de nuestra columna. Tanto al caminar como al dormir o al estar sentados se debe mantener una postura adecuada para evitar lesiones y dolencias. Para caminar debemos llevar la cabeza erguida y la espalda recta. Cuando estamos sentados se debe elegir una silla que nos permita tener la altura adecuada para que nuestros pies toquen el suelo y nuestros brazos se sitúen en las proximidades del tronco.
Gestiona el estrés. El estrés provoca abundantes efectos negativos en nuestra salud física y mental. Aquellas personas que tienden a sufrir estrés presentan una mayor probabilidad de sentir dolores en el cuello, la espalda y la columna. Esto es debido a que los problemas que afectan al sistema nervioso pueden acabar provocando contracturas y malestar.
Cuida tu alimentación. Debemos llevar una alimentación saludable rica en vitamina D y calcio, evitando el consumo excesivo de azúcar, alimentos procesados y grasas saturadas. Del mismo modo, el tabaco y el alcohol son perjudiciales para nuestra salud, pudiendo afectar a nuestra columna vertebral.
Cuida tu peso. La obesidad y el sobrepeso afectan muy negativamente a nuestra columna vertebral al incidir perjudicialmente sobre nuestros huesos, músculos y articulaciones. Gracias a llevar un estilo de vida saludable donde se realiza diariamente ejercicio físico y se mantiene una buena alimentación, podemos contribuir a que nuestro peso esté en los niveles óptimos.
Acude a un especialista. En el momento que comenzamos a sentir ciertos síntomas y dolores debemos acudir a un profesional que nos realice una revisión y pueda aportarnos un diagnóstico eficaz para solucionar nuestro problema. Muchas personas retrasan el momento de acudir al médico y esto provoca que la patología empeore y sea necesario adoptar medidas más drásticas para acabar con el dolor. Gracias a la ayuda de un gran profesional podremos poner fin a las molestias recibidas y volver a la normalidad.