La recuperación después de una artroscopia de rodilla es muy importante para conseguir unos buenos resultados finales a nivel de función y actividad de la rodilla.
La artroscopia de rodilla es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite el tratamiento de diferentes problemas de la rodilla como rotura de menisco, lesiones del cartílago o rotura de ligamento cruzado anterior entre otras.
Es una técnica poco invasiva, solamente se precisan dos agujeros o portales de 5 mm en la zona anterior de la rodilla para realizar una artroscopia de rodilla.
Esto permite realizar una recuperación después de la artroscopia de forma acelerada.
El mismo día de la operación se puede realizar carga de la extremidad asistido con muletas.
NO se carga todo el peso en la pierna.
También se permite empezar la movilización de la rodilla.
Es uso de analgésicos se recomienda en el caso de dolor.
Tras los primeros días del postoperatorio se empiezan ejercicios para movilizar la rodilla y el tobillo.
A los 3 días se puede retirar el vendaje de la rodilla, se permite una ducha de la rodilla y curación de las dos heridas.
Se recomienda el uso de hielo en la rodilla con efecto analgésico.
Con esta pauta se consigue: Recuperar movilidad de la rodilla.
Evitar edema e hinchazón en la pierna y tobillo.
Ganar elasticidad de cuádriceps / isquios.
Tras los 7-10 primeros días tras la artroscopia de rodilla, se pueden retirar las muletas de forma progresiva, primero una después la otra.
Se recomienda seguir los ejercicios para la movilización de la rodilla.
También se introducen otro tipo de ejercicios para movilizar la cadera y la zona lumbar.
Una vez finalizada esta primera fase de recuperación después de una artroscopia de rodilla, se pueden pasar a la siguiente fase que tiene como objetivos la potenciación muscular y la propiocepción de la rodilla.
Se recomienda el uso de la bicicleta estática durante 15 o 20 minutos al día.
También ejercicios en el agua.
Una vez finalizada esta fase de recuperación después de una artroscopia, la rodilla tiene que tener una movilidad completa, buena musculatura y buena propiocepción.
A continuación se puede realizar la última fase que es la de incorporación deportiva.
Se permite la carrera, los saltos y los cambios de ritmo.
Esta fase habitualmente se realiza sobre las 5 o 6 semanas.
Es importante seguir realizando las anteriores fases de recuperación después de una artroscopia para seguir musculando y ganando flexibilidad y propiocepción.