Un esguince se produce cuando los ligamentos que sostienen una articulación sufren un estiramiento excesivo o una rotura debido a un movimiento brusco. Las causas más comunes incluyen torceduras, caídas y ejercicios de alta intensidad. El esguince de tobillo es uno de los más frecuentes. Los esguinces pueden presentarse en distintos niveles de severidad, dependiendo del grado de afectación de los ligamentos. Desde un leve estiramiento hasta una rotura completa, cada tipo de esguince requiere un tratamiento específico para garantizar una recuperación adecuada. El esguince de grado 1 es leve, el esguince de grado 2 es moderado y el esguince de grado 3 es grave y puede requerir intervención quirúrgica. El esguince de tercer grado implica una rotura completa del ligamento y puede ir acompañado de una dislocación o fractura. El tratamiento para un esguince de grado 3 requiere atención médica inmediata, inmovilización prolongada y, en algunos casos, cirugía para reparar el ligamento.