El mejor tratamiento es simplemente descansar la articulación dolorida.
Evita actividades que empeoren el dolor y alterna con períodos de descanso con actividad física de bajo impacto.
En ocasiones, es necesario modificar las rutinas diarias para reducir la presión sobre la cadera.
El hielo puede ayudar a reducir la inflamación, mientras que el calor puede aliviar la rigidez muscular.
Alterna ambas terapias para encontrar el alivio óptimo.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno pueden reducir el dolor y la inflamación a corto plazo.
Un fisioterapeuta especializado puede enseñarte ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la cadera, mejorar la flexibilidad y restaurar el rango de movimiento.
En casos de inflamación severa, las inyecciones de corticosteroides directamente en la articulación pueden proporcionar un alivio rápido y duradero.
Si tienes sobrepeso, perder unos kilos puede reducir la presión sobre tus articulaciones y aliviar el dolor de cadera.
Con las infiltraciones, se inyectan medicamentos directamente en la zona afectada para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
La radiofrecuencia es una técnica que utiliza ondas de radio para bloquear las señales de dolor que se transmiten al cerebro.
Es ambulatorio, es seguro y eficaz, alivia el dolor de forma duradera y mejora la movilidad.
Es personalizado, adaptamos el tratamiento a tus necesidades específicas.