Las contraindicaciones se refieren a aquellos factores que pueden incrementar los riesgos involucrados al tratar ciertas partes del cuerpo, por ejemplo, al ejercer demasiada presión o al masajear excesivamente un área, podría producir una inflamación en la piel sensible o en el tejido muscular.
Es importante para el masajista conocer estos casos en los que su labor podría llegar a ser contraproducente, sin embargo, dependiendo de su nivel de conocimiento podrá determinar si es mejor evitar un masaje o si podría practicarlo adecuadamente (tal vez con algunas modificaciones), de manera que no cause reacciones adversas.
Las contraindicaciones se clasifican en absolutas y relativas.
Situaciones en que definitivamente no se debe hacer un masaje:
Cuando el paciente presenta síntomas de fiebre.
En personas bajo los efectos del alcohol o estupefacientes.
En caso de enfermedades infecciosas de la piel (virales o bacteriales).
Si el paciente presenta inflamaciones agudas.
Cuando en la zona a tratar hay presencia de venas varicosas (casos avanzados).
En caso de quemaduras graves que hayan afectado gran parte del cuerpo.
Cardiopatías en general (taquicardias e hipertensión arterial).
Enfermedades hemorrágicas, tumorales y cancerosas.
Traumatismo con herida abierta, fracturas y fisuras.
Miembros con artritis infecciosas.
Artritis reactivas en fase aguda (reumatismos).
Después de una cirugía.
Pacientes con ganglios inflamados.
En pacientes con cáncer no se les puede realizar drenaje linfático, pero si se pueden manipular las zonas de reflejo autorizadas por el especialista.
Alteraciones circulatorias (flebitis, linfangitis, trombosis, embolias y arteriosclerosis).
No se recomienda realizar drenaje linfático si existen inflamaciones agudas o si se padecen enfermedades malignas, ya que con el masaje las células degeneradas, los virus y las bacterias podrían ser desplazadas por el sistema linfático y diseminarse por todo el organismo.
Se desaconseja en caso de hiperfunción de la glándula tiroides.
En pacientes con asma bronquial
Pacientes con hipertensión grave o descontrolada.
Cuando se padece de problemas renales
Insuficiencias coronarias
Las contraindicaciones relativas hacen referencia a las situaciones en que el masaje se puede practicar bajo ciertas indicaciones, para no causar en el paciente o en el masajista algún daño colateral.
Por ejemplo:
En caso de cualquier tipo de intervención quirúrgica (por ejemplo, una cesárea) deberán transcurrir seis meses antes de someter al individuo a una sesión de masaje.
En caso de quemaduras leves, se puede omitir la zona afectada.
Perdida de sensibilidad de la zona.
En los casos de agotamiento excesivo o deshidratación.
Alteraciones de la piel: eczemas, sorriasis, verrugas, etc.
Tener en cuenta que algunas cremas o aceites pueden afectar a personas alérgicas.
Casos de hipersensibilidad cutánea.
Durante los tres primeros meses del embarazo.
Luego de ese período, con prescripción médica, solo se le aplica el masaje en posición sentada o recostada lateralmente, con técnicas suaves y evitando zona de las vértebras lumbares, el vientre, el tórax y zonas de reflejo.
Durante los días de la menstruación no aplicar el masaje sobre el vientre.
Periodos digestivos.
Insuficiencia hepática.
Ante la presencia de lesiones menores (torceduras, esguinces, tendinitis, etc.), no se les puede dar masaje mientras estén inflamados.
A pacientes con venas varicosas en casos leves sólo se les debe aplicar un masaje de presión suave.