La movilidad articular se puede trabajar de diferentes formas.
Una de ellas y la más común es mediante la flexibilidad estática o los estiramientos de toda la vida.
Adoptamos una posición en el máximo rango de movimiento posible y la mantenemos durante 10-30 segundos.
La flexibilidad dinámica es otra alternativa que trabaja la movilidad articular mediante movimientos controlados y fluidos en todo el rango de movimiento de una o varias articulaciones.
Es parecido a realizar un estiramiento, llegando a la posición de máxima amplitud, pero sin permanecer en ella y volviendo a la posición inicial.
Otra forma de trabajar la movilidad articular es a través del entrenamiento de fuerza, realizando los ejercicios en el máximo rango de movimiento posible y que no genere dolor.
Poco a poco el cuerpo irá adquiriendo esa mayor movilidad.
Para mejorar la movilidad articular puedes trabajar:
La flexibilidad estática
La flexibilidad dinámica
Ejercicios de fuerza
En el entrenamiento, es una capacidad más a mejorar y que influirá en el rendimiento de los ejercicios.
Además, es conveniente introducir algunos movimientos de las articulaciones en el calentamiento para preparar al cuerpo antes de entrenar.