Descansar la muñeca: Es importante darle tiempo a tu muñeca para que se recupere. Evita actividades que empeoren el dolor y toma descansos regulares, regúlate con sensaciones en actividades de tu vida diaria. Aplica hielo: Aplicar una bolsa de hielo en la muñeca durante 10 minutos varias veces al día puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor, podemos aplicarlo en la zona de dolor local y/u otras zonas cercanas. Comprime la muñeca: Utiliza una venda elástica tipo kinesiotape o una muñequera para brindar apoyo y compresión a la muñeca, lo que puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor, pero no se debe mantener durante mucho tiempo ya que la compresión mantenida tampoco es buena. Eleva la muñeca: Al mantener la muñeca elevada, se reduce la acumulación de líquido en el caso de hinchazón y se alivia la inflamación. Coloca una almohada debajo de la muñeca mientras descansas y/o realizar drenajes con la otra mano hacia el codo. Realiza ejercicios de estiramiento: Consulta con un fisioterapeuta o profesional de la salud para obtener ejercicios específicos de estiramiento que ayuden a fortalecer los músculos de la muñeca y aliviar el dolor. Evita movimientos repetitivos: Evitar realizar movimientos repetitivos con la muñeca, como teclear durante largos períodos o levantar objetos pesados, puede ayudar a prevenir la exacerbación del dolor, realizar pausas entre tiempos para no sobrecargar la articulación y mantenerla durante periodos cortos en alto. Ajusta tu postura: Mantén una postura adecuada durante las actividades diarias, como al sentarte frente al ordenador o al usar el teléfono móvil, para evitar la tensión excesiva en la muñeca y buscar apoyos de la misma. Controla el estrés: El estrés puede aumentar la tensión muscular y empeorar el dolor de muñeca. Practica técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, para reducir el estrés. Evita sostener objetos pesados en isométrico o mantenidos en suspensión: Evita cargar objetos pesados con la mano afectada. Si el dolor de muñeca persiste o empeora a pesar de seguir estos consejos, es importante consultar con un médico o fisioterapeuta para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado.