La fisioterapia es un aspecto importante para el bienestar corporal. La fisioterapia geriátrica es el tratamiento de diversas patologías en personas mediante ciertos tratamientos o el uso de herramientas tales como mancuernas, bandas elásticas o máquinas que desprenden calor, frío o ultrasonidos. La terapia física en geriatría para lesiones no termina aquí: también sirve para mejorar la movilidad y así prevenir caídas o accidentes que conlleven traumatismos. La fisioterapia se enfoca hacia la prevención en el caso de no tener una lesión. La fisioterapia en personas mayores recae en reeducar sobre cómo moverse para disminuir las posibilidades de lesiones y dolor.
Cuanto menos se puede mover una persona en su vejez, más agilidad y fuerza perderá, por lo que la recuperación de la musculatura será más larga y complicada. El movimiento es vida. Psicológicamente también ayuda, en especial cuando las sesiones de fisioterapia son a domicilio. Muchas veces, las personas mayores viven solas, por lo que el profesional también le escucha y les hace compañía, lo cual suelen agradecer.
Para conseguir mejorar su calidad de vida y prevenir su empeoramiento, se realizan ejercicios de fisioterapia en mayores que tienen el objetivo de: Evitar la pérdida progresiva de masa muscular. Mejorar el equilibrio. Aumentar la agilidad y el movimiento de las articulaciones. Esto no solo permite a la persona mayor aumentar su envejecimiento activo, sino que la autonomía también mejora la salud mental y emocional. Por lo tanto, la fisioterapia en mayores previene la soledad y, como consecuencia, la depresión y la distimia, entre otros. Además, aumenta la seguridad y autoestima de la persona mayor.