El estiramiento puede ayudar a mejorar la flexibilidad al conseguir que las articulaciones amplíen su movimiento. A medida que envejecemos los músculos se vuelven más rígidos y se van acortando. Realizar estiramientos es uno de los modos para mantenerlos más relajados y flexibles. Para lograr resultados es preciso estirar de forma regular porque la ampliación del movimiento se volverá a perder, si se deja de practicar. Antes de estirar es bueno andar en bicicleta, caminar rápido, practicar alguna de las tablas de ejercicios propuestas, durante, al menos, cinco o diez minutos. Hay que esforzarse por entrenar de forma simétrica, es decir, se deben practicar ejercicios con cada lado del cuerpo para conseguir la misma flexibilidad. Se deben trabajar, sobre todo, los principales grupos musculares: las piernas, las caderas, la parte baja de la espalda, los hombros y el cuello. Se recomienda mantener el estiramiento durante, al menos, 30 segundos, en las zonas en las que se tenga un mayor problema, hay que mantenerlo 60 segundos.