Los alimentos que ayudan a fortalecer las articulaciones son fundamentales para prevenir lesiones y mantener la flexibilidad. Beber agua contribuye a sintetizar el líquido sinovial y conseguir una adecuada lubricación a nivel articular. Comer cebollas y similares, que son ricas en azufre, mineral necesario para la formación de colágeno y otros elementos que constituyen los huesos, cartílagos, tendones y ligamentos. Comer pescado azul, rico en ácidos grasos omega 3, un potente antiinflamatorio que actúa inhibiendo la síntesis de sustancias mediadoras de la inflamación.
Alimentos ricos en vitaminas C, como la papaya y piña, que contienen papaína y bromelina, sustancias con un alto poder antiinflamatorio, también ayudan. Las carnes y derivados, ricos en proteínas, proporcionan los aminoácidos necesarios para sintetizar el cartílago y prevenir lesiones. Además, el consumo de ciertos alimentos y la práctica de ejercicios básicos, como sentadillas, elevación de talones, extensiones de pierna, extensiones de tríceps con mancuerna y aperturas de pecho, pueden ayudar a fortalecer los ligamentos y tendones.
Sentadillas, por ejemplo, es excelente para fortalecer los ligamentos y tendones que dan forma a la articulación de la rodilla. Elevación de talones fortalece el tendón de Aquiles, esencial para la movilidad del pie. Extensiones de pierna y extensiones de tríceps con mancuerna también pueden ayudar a fortalecer los ligamentos y tendones del tren inferior y de los hombros. Aperturas de pecho puede ayudar a fortalecer los ligamentos y tendones que intervienen en la movilidad de los hombros.