Se trata de un tipo de terapia analgésica que utiliza la tecnología de ultrasonidos.
Aunque todavía no es muy común, es bastante popular entre fisioterapeutas para el tratamiento de las distensiones musculares y Rodilla de saltador.
La función de este gel es para reducir la fricción al mover la varilla por la zona dolorida, mejora la transmisión de las ondas ultrasónicas.
Las ondas son técnicamente ondas sonoras, pero se encuentran en una gama de frecuencias más alta, de unos 0,8 MHz a 3,0 MHz.
A continuación, la varita se coloca directamente contra la piel del paciente para que las ondas sonoras atraviesen la piel y provoquen vibraciones en el tejido local.
Aunque el paciente no suele sentirlas, estas ondas ultrasónicas provocan un calentamiento de los tejidos que rodean las zonas afectadas.
Este calor no sería aconsejable en caso de que hubiera una inflamación, por lo que los ultrasonidos se pulsan en tales condiciones para evitar una mayor inflamación.
El principal beneficio de la terapia con ultrasonidos es favorecer la curación de una lesión en recuperación.
Se ha demostrado que este tipo de terapia aumenta la relajación de los tejidos y el flujo sanguíneo local, dos factores importantes para la curación.
También se ha demostrado que el aumento del flujo sanguíneo reduce la hinchazón y la inflamación de los tejidos y acelera la curación de las fracturas óseas.
La terapia con ultrasonidos también puede causar dolor si hay una pequeña fractura en el hueso cercano a la piel, y puede utilizarse para identificar fracturas que ni siquiera se ven en las radiografías.