Generalmente, las sesiones en fisioterapia tienen una duración aproximada de entre 10 y minutos. El número consecutivo de sesiones se recomienda que no sea más de 14 en la mayoría de los casos. La aplicación de un gel de contacto en la zona a tratar y una capa fina en la cabeza del dispositivo permite trasmitir las vibraciones del sonido, a la vez que se mueve con un movimiento giratorio lento en contacto con la piel. Dicha técnica consiste en aplicar ultrasonidos de forma terapéutica con frecuencias que van entre 1MHz y 3MHz, siempre en función de la zona que se desea alcanzar. Sobre las zonas difíciles puede efectuarse el tratamiento subacuático, que no requiere la adaptación tan perfecta entre la piel y el cabezal. El ultrasonido es especialmente eficaz en dolencias de artrosis, ya que no provoca ninguna incomodidad y produce muy buenos resultados al paciente en poco tiempo.