Desde el punto de vista de la prevención, lo adecuado sería acudir a fisioterapia una vez al mes, incluso si no sientes ninguna molestia.
Solemos esperar a ir a un fisio cuando comenzamos a sentir molestias o cuando ya estamos lesionados.
Sin embargo, ¿por qué esperar a llegar a ese punto si podemos tomar medidas preventivas?
No debemos esperar a tener que dejar nuestras actividades diarias o deportivas para percatarnos de que necesitamos urgentemente la ayuda de un fisioterapeuta.
En este sentido, la prevención es la opción más acertada para evitar cualquier tipo de lesión.
Y es que, una de las funciones más importantes del especialista en fisioterapia es ayudar a prevenir posibles lesiones y patologías.
Y esto se puede lograr si acudimos a él antes de lesionarnos.
El fisioterapeuta es el profesional adecuado para proporcionarnos consejos y recomendarnos ejercicios adecuados para practicar en casa, indicarnos cómo mantener una postura correcta, mejorar la movilidad de las articulaciones y conservarla a lo largo de los años, además de corregir cualquier aspecto que pueda perjudicarnos.
La clave para determinar el número adecuado de visitas es comprender que la labor del fisioterapeuta no se limita al tratamiento de lesiones, sino que también implica la prevención y la información que brinda a sus pacientes.
Es por eso que recomendamos acudir al fisio una vez al mes, ya que te permitirá llevar un estilo de vida más activo, ayudándote a prevenir dolores y lesiones.