Si estás planeando pasar unas noches en tu sillón reclinable, aquí hay 3 maneras sencillas de hacer que este lugar sea un poco más cómodo.
Las cirugías de hombro pueden ser útiles cuando se trata de mejorar la función y el nivel de dolor de una persona.
A veces, el dolor puede aumentar si el hombro se queda colgado o caído.
Si planea descansar o dormir en su silla, a menos que su cirujano le indique lo contrario, intente colocar una almohada debajo de su brazo quirúrgico para que esté más apoyado.
Acabas de instalarte, levantar los pies y sentirte perfectamente cómodo en tu silla, y luego recuerdas que necesitas X, Y o Z.
Para evitar este frustrante inconveniente, asegúrate de mantener tus artículos deseados y más usados al alcance de tu silla, y considera colocarlos en el lado de tu brazo no quirúrgico para que sean más fáciles de alcanzar.
Los artículos para mantener cerca incluyen: Remoto Teléfono y cable de carga (considera comprar un cable extendido para un uso aún más fácil) Tejidos Libros y otro material de lectura Gafas Agua y aperitivos
Mientras lo haces, asegúrate de llevar ropa cómoda y holgada para que no te encuentres inquieto mucho (ni luchando por bajarte los pantalones cuando finalmente te levantes para ir al baño).
Dependiendo del tipo de cirugía de hombro que tengas, es posible que te lleve un poco de tiempo empezar a moverte más fácilmente de nuevo.
Y aunque es importante moverse durante tu recuperación, quieres evitar esforzarte innecesariamente.
Pida a su médico consejos e instrucciones que cumplan con sus restricciones de actividad y movimiento.
No tengas miedo de pedir ayuda a tus seres queridos, ya sea cogiendo algo para ti en la cocina o ayudándote a vestirte.
Si el mango de tu silla reclinable está en tu lado quirúrgico, definitivamente querrás que alguien tire del mango por ti para que puedas relajarte.