¿Qué es el core?
El término “core” significa “núcleo” en inglés, y hace referencia a un conjunto de músculos que rodean la parte central de nuestro cuerpo.
Incluye mucho más que abdominales: se trata de una estructura tridimensional que engloba: Músculos abdominales (transverso, recto abdominal, oblicuos)
Músculos lumbares y extensores de la columna
Suelo pélvico
Diafragma
Músculos de la cadera y la pelvis (glúteos, psoas, multífidos)
El core funciona como una faja natural que proporciona estabilidad a la columna y transmite la fuerza entre el tren superior e inferior del cuerpo.
Se puede decir que es el “centro de control” desde el que se generan o coordinan la mayoría de los movimientos.
Un core fuerte mejora la postura, la apariencia física y tiene implicaciones directas en el rendimiento deportivo y en la salud musculoesquelética.
El core no es solo una parte del cuerpo: es el centro de control de nuestros movimientos.
Cuando está fuerte, estable y bien entrenado, aporta equilibrio, coordinación y protege frente a lesiones.
Por eso, trabajar el core debería ser una parte imprescindible de cualquier rutina deportiva, tanto si eres principiante como si compites a nivel profesional.