El ultrasonido sirve para tratar una variedad de lesiones y condiciones, incluyendo lesiones musculares y de tejidos y dolor crónico, como lesiones deportivas, tendinitis y bursitis. Las ondas de ultrasonido se administran mediante el uso de una varita que se coloca directamente sobre la piel del paciente.
Los tiempos de tratamiento para cualquier área son generalmente entre 3 y 5 minutos, las ondas de sonido, o rayos de ultrasonido, penetran dentro del cuerpo generando calor, aumentando el flujo sanguíneo y relajando los músculos y los tejidos conectivos.
El ultrasonido utiliza ondas de sonido de alta frecuencia para afectar los tejidos y músculos del cuerpo.
El ultrasonido puede dar a los tejidos el calor profundo que necesitan para aliviar la tensión.
Cuando el ultrasonido aumenta el flujo sanguíneo, hace que las células sean más receptivas para la recuperación.
El efecto acústico causado por la terapia de ultrasonido crea pequeñas microvibraciones que pueden ayudar a aumentar el rango de movimiento.
La terapia de ultrasonido puede penetrar profundamente para relajar la musculatura más profunda o los tejidos de las articulaciones, y las ondas de sonido de la máquina hacen que los tejidos del cuerpo vibren, generando calor mientras aumenta la fricción hasta un nivel molecular, y entonces los tejidos aumentan de temperatura.
No hay un apartado específico de este artículo que responda directamente a la pregunta de qué técnica de fisioterapia hace movimientos articulares, pero se habla de ondas de sonido y sus efectos en los tejidos.