Un masaje manual tradicional equivale a una sesión de entrenamiento de alta intensidad.
Los terapeutas dicen que aumenta el flujo de sangre y linfa a los músculos, lo que permite el acceso a los nutrientes, a la vez que libera toxinas.
Los expertos llaman a ese dolor el “mecanismo de curación inflamatorio”.
Tu cuerpo debe pasar por eso para maximizar los beneficios de un masaje y obtener algo similar a la tensión que se siente tras hacer ejercicio.
No hay nada de qué preocuparse porque, después de un día y medio, la inflamación y el malestar desaparecerán si el masaje es suave y tolerable.
Para aliviar el dolor posterior al masaje más rápidamente, debes beber mucha agua, dormir lo suficiente y comer algo en cuanto se termine el masaje.
Desafortunadamente, también hay otros casos en los que el dolor posterior al masaje no es una buena señal.
Podría haber sido causado por un terapeuta no tan experimentado o un especialista con una técnica deficiente.
Si te aplica demasiada presión (obligando a relajar los tirones musculares), te hará más mal que bien.
Esto significa que el cuerpo no eliminará ninguna toxina.
Las que se liberaron de tus músculos destrozados pueden circular y terminar dañando tus riñones.
Entonces, el hecho de que sientas dolor no significa automáticamente que el masaje haya sido bueno para el cuerpo.
En realidad, podrías estar dolorido debido a una lesión muscular grave por aplastamiento llamada rabdomiólisis, una condición que causan los entrenamientos intensos y que explica por qué se dice que el masaje y el ejercicio extenuante son similares.