1.- Tratamientos pasivos para el dolor de cadera La mayoría de las lesiones y patologías de cadera responden mejor a enfoques activos de tratamiento.
2.- Tratar todos los dolores de cadera como si fueran iguales
3.- Obviar la columna lumbar y la articulación sacroilíaca cuando tienes dolor en la cadera
4.- Buscar soluciones mágicas para el dolor de cadera
5.- Dejarse llevar por mensajes catastrofistas sobre patología de cadera
No todo lo que duele en la zona de la cadera tiene por qué ser la cadera, la columna lumbar y la articulación sacroilíaca, son posibles fuentes de dolor en la cadera y uno de los primeros pasos que debe hacer un buen fisioterapeuta es descartarlos antes de enfocar el tratamiento en la cadera.
Desgraciadamente, no existen tratamientos mágicos, y si llevas bastante tiempo con dolor de cadera seguramente el tratamiento requerirá trabajo y tiempo, no te fíes de quien te venda soluciones fáciles, aunque al principio pueda parecer que ayudan, a largo plazo no se suele encontrar beneficios, además crean dependencia ya sea de un terapeuta o una técnica y no promueven la autoeficacia ni la autonomía.
Lo que se ve en una resonancia magnética o una radiografía, es solo una imagen, no refleja a la persona que tenemos delante.
Los seres humanos somos complejos.
Existen muchos casos de personas sin ningún dolor y con hallazgos de lesiones en las radiografías o resonancia de cadera.
El dolor es mucho más complejo que todo eso.
No te fíes de diagnósticos catastrofistas y llenos de ideas anticuadas, como que “tienes una cadera de una persona mayor”, “tienes una trocanteritis de caballo” o “no sé como puedes andar con esa cadera”, estos comentarios no han ayudado nunca a nadie y solo reflejan la ignorancia de quien los realiza.
Busca un fisioterapeuta que te explique lo más certeramente posible, qué te ocurre, cuánto va a durar, qué puede hacer por ti y qué puedes hacer tú por ti mismo.