Si el dolor de ciática no desaparece después de varias semanas, es crucial buscar atención médica. En algunos casos, el dolor persistente puede indicar una condición subyacente más grave, como una hernia discal, estenosis de canal o incluso daño nervioso. La falta de tratamiento adecuado puede llevar a un empeoramiento de los síntomas y a un deterioro de la función motora. Por ello, es esencial acudir a un especialista en fisioterapia para una evaluación completa y el diseño de un plan de tratamiento personalizado. Una ciática es particularmente preocupante cuando se acompaña de síntomas como pérdida de control de la vejiga o intestinos, debilidad significativa en las piernas, o un dolor que no mejora con el tratamiento conservador. Estos síntomas pueden ser indicativos de una compresión severa del nervio ciático o de otra complicación neurológica que requiere intervención médica inmediata. Si el dolor empeora en lugar de mejorar con el tiempo, es una señal de que se debe reevaluar el plan de tratamiento. La recuperación completa del nervio ciático puede variar, dependiendo de la gravedad de la lesión y del tratamiento recibido. En algunos casos, la recuperación puede ser rápida, dentro de las primeras semanas, pero en otros, puede tardar varios meses.