La vitamina B3, la vitamina E, la vitamina C y la vitamina K, juegan un papel importante para favorecer la circulación sanguínea en el cuerpo.
La vitamina B3: ayuda a fortalecer los vasos sanguíneos y aumentar el flujo sanguíneo.
Vitamina C: además de fortalecer el sistema inmunológico, la vitamina C ayuda a evitar los coágulos de sangre.
La vitamina E ayuda a ensanchar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos.
La vitamina K es imprescindible para la asimilación de las proteínas, responsables de la coagulación de la sangre.
Por lo tanto, da una mayor oxigenación de todas las venas, los órganos y las arterias del cuerpo humano.
Además de evitar que aparezcan las venas varicosas, también ayuda a evitar otras enfermedades circulatorias.
Si tienes dudas, consulta con un especialista en flebología para recibir el tratamiento más adecuado.
La buena alimentación, realizar ejercicios y usar prendas de compresión pueden ayudar a prevenir complicaciones relacionadas con las varices; sin embargo, algunas vitaminas pueden ayudar a prevenir su aparición.
La vitamina B3 ayuda a fortalecer los vasos sanguíneos y aumentar el flujo sanguíneo.
La vitamina C ayuda a evitar los coágulos de sangre.
La vitamina E ayuda a ensanchar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos.
La vitamina K es imprescindible para la asimilación de las proteínas, responsables de la coagulación de la sangre.