El cartílago articular es un tejido elástico, sin nervios ni vasos sanguíneos, cuya principal función es reducir la fricción, distribuir cargas mecánicas y ofrecer una superficie lubricada que permite el movimiento suave de las articulaciones. Sin embargo, este tejido tiene una capacidad limitada de regeneración. La reparación del cartílago de la rodilla desgastado es un proceso complejo debido a la baja densidad celular y a la estructura del tejido, que dificulta la migración de los condrocitos para regenerar los defectos importantes. Las técnicas como las perforaciones y microfracturas facilitan la formación de un nuevo tejido fibrocartilaginoso. Si bien, se trata de un tipo de regeneración del cartílago de la rodilla, lo que se obtiene es fibrocartílago, diferente del cartílago hialino original. El cartílago articular, un amortiguador que se desgasta y no se regenera.