Hacer ejercicios suaves y estiramientos por la noche puede ayudarte a relajar el cuerpo y la mente, reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la calidad del sueño y promover el bienestar general.
Por ello, te dejamos una rutina nocturna que puedes hacer a última hora:
Recuerda: Es importante escuchar a tu cuerpo y adaptar los ejercicios según tus necesidades y limitaciones físicas.
No te fuerces ni intentes hacer movimientos que te causen dolor o molestia.
Siempre busca la asesoría de un profesional de la salud antes de comenzar un nuevo programa de ejercicio, especialmente si tienes alguna condición médica preexistente.
Estiramiento de cuello: Inclina la cabeza hacia un lado y mantén la posición durante 15 segundos, luego cambia de lado.
Repite 3 veces en cada lado.
Estiramiento de espalda: Acuéstate boca arriba, lleva las rodillas al pecho y abrázalas con los brazos.
Mantén la posición durante 20 segundos y repite 3 veces.
Respiración profunda: Siéntate en posición cómoda, cierra los ojos y respira profundamente por la nariz, sintiendo cómo se infla tu abdomen.
Exhala lentamente por la boca.
Haz este ejercicio durante 5 minutos.
Estiramientos de piernas: Acuéstate boca arriba y levanta una pierna extendida hacia arriba.
Sostén la pierna detrás del muslo o la pantorrilla y mantén la posición durante 20 segundos.
Cambia de pierna.
Yoga suave: Realiza una secuencia suave de yoga que incluya posturas como el niño (arrodíllate y siéntate sobre los talones, inclínate hacia adelante, mantén los glúteos sobre los talones y apoya la frente sobre el piso), la postura del cadáver (savasana: túmbate boca arriba, separa las piernas y separa también los brazos, con las palmas de las manos hacia arriba) y estiramientos suaves.
Mantén cada postura durante al menos 30 segundos.
Relajación muscular progresiva: Acuéstate boca arriba y comienza a tensar y relajar cada grupo muscular, empezando por los pies y subiendo hacia la cabeza.
Mantén cada tensión durante 5 segundos y luego relaja durante 10 segundos.
No te excedas.
Realiza los ejercicios con suavidad y sin forzar demasiado los músculos.
No es necesario hacer movimientos bruscos o exagerados para obtener beneficios.
Haz una rutina.
Establece una rutina regular de ejercicios por la noche para que tu cuerpo se acostumbre a relajarse y prepararse para el descanso.
La consistencia es clave para obtener resultados.
Desconecta.
Intenta desconectar de las preocupaciones del día durante los ejercicios.
Concéntrate en las sensaciones físicas y en tu respiración para calmar la mente y reducir el estrés.
Utiliza música relajante.
Si lo deseas, puedes acompañar tus ejercicios con música suave y relajante para crear un ambiente tranquilo y favorecer un descanso adecuado.