Para asegurar una postura ergonómica en casa, es esencial elegir un colchón y almohadas adecuados y de calidad en el dormitorio. En la cocina, colocar los utensilios y herramientas de cocina a una altura cómoda es importante para evitar tensiones en la espalda y los brazos. Si se pasa mucho tiempo de pie, mantener una postura adecuada, utilizar calzado cómodo y utilizar un reposapiés para mantener un pie en alto es recomendable. En el salón, equiparlo con sofás, butacas, sillas y sillones que permitan adoptar una postura natural y relajada es fundamental. Ajustar la altura y posición de los asientos para prevenir dolores de espalda y cuello mientras se ve la televisión o se lee es crucial. En el baño, usar accesorios como alfombrillas antideslizantes y asientos de ducha ergonómicos puede reducir el riesgo de resbalones y caídas.
En el espacio de trabajo, utilizar una silla ajustable y mantener una buena postura cuando esté sentado es vital, así como colocar la pantalla del ordenador a la altura de los ojos. Colocar los brazos y codos en el escritorio asegurándose de que las muñecas están paralelas a los antebrazos, utilizar un reposapiés, teclados inclinados, reposamuñecas y mantener los objetos importantes cerca para evitar tener que inclinarse o estirarse es esencial. Alternar los periodos sentados y de pie, y estirar la espalda, el cuello, los brazos y las muñecas con regularidad a lo largo de la jornada laboral es recomendable. Una disposición inteligente de los muebles y dispositivos puede marcar la diferencia en la prevención de dolores y lesiones asociadas con el uso diario del hogar.