La tendinitis es la inflamación o irritación de los tendones y, en los casos más graves, puede resultar limitante para hacer muchas actividades que requieran esfuerzo físico.
Suele aparecer cuando repetimos numerosas veces los mismos movimientos, ya sea en el trabajo, en casa, haciendo deporte o en el día a día, y los lugares más frecuentes en los que se suele sufrir son en los hombros, rodillas, codos, talones y muñecas, aunque también se puede manifestar en otras partes del cuerpo.
Dependiendo de la gravedad de la lesión hay varias formas de tratar la tendinitis, pero siempre es fundamental recurrir a especialistas para que esta no empeore con el tiempo.
Se recomiendan muchos remedios para aliviar la tendinitis, como, por ejemplo, estar en reposo, colocar una férula sobre la zona dañada o tomar medicamentos, pero gran parte de las veces se tratan de lesiones que no se pueden tratar con medidas conservadoras y, por ello, estos remedios no nos resultan de gran ayuda.
La respuesta es que se debe acudir a cualquier especialista del aparato locomotor, como un reumatólogo, un médico rehabilitador o un traumatólogo.
Ellos se encargarán de realizarnos una exploración física, buscando los puntos sensibles y afectados para poder estudiar nuestro caso y ayudarnos con un tratamiento personalizado.
En los tratamientos fisioterapéuticos más avanzados, durante la fase inicial el proceso se enfoca en terapias para reducir la inflamación (criotermia o ultrasonido) y en un tratamiento sobre los músculos cercanos que también se encuentren afectados (punción seca o masoterapia).
Dependiendo de la gravedad de la tendinitis, el tiempo de rehabilitación para una total recuperación podría ser desde las cuatro semanas hasta los muchos meses, por ello es importante que empecemos a tratar la tendinitis lo antes posible, ya que cuanto más se tarde en iniciar el tratamiento, más difícil será revertir el proceso de desgaste.