El tai chi es una disciplina ancestral que ofrece relajación, reduce el estrés y la ansiedad, a la vez que mejora la flexibilidad del cuerpo y el equilibrio de la mente.
Mejora la fuerza muscular, aunque no lo parezca, los movimientos lentos del tai chi ayudan a mejorar la fuerza muscular como lo haría un entrenamiento con pesas.
Además, mejoran el andar y alivian el dolor en personas que sufren padecimientos crónicos, como cáncer y artritis.
Estos movimientos son especialmente adecuados para adultos mayores con múltiples enfermedades.
Aporta energía vital, en el tai chi se habla de la energía como “Qi” o “Chi”, tal como se le denomina en el Taoísmo filosófico.
Según esta disciplina y la medicina tradicional china, la energía debe fluir por el cuerpo libremente, pero también hacerlo por las vías correctas.
Si esto no sucede, es cuando aparecen las enfermedades y los dolores, es decir, el Qi está bloqueado.
Los lentos y suaves movimientos del tai chi están diseñados para desbloquear el Qi y activar ese flujo de energía.
Cuando esto sucede, se logra un mayor bienestar en los músculos, en el aparato respiratorio, en el circulatorio, etc.
De esta forma, nuestro organismo se fortalece ante las enfermedades.
Previene enfermedades y caídas y fortalece las articulaciones, lo movimientos del tai chi permiten trabajar las caderas, los tobillos, las rodillas y las manos, lo que las fortalece y las flexibiliza.
Alivia el insomnio, las migrañas y los dolores musculares, las contracturas musculares provienen de malos movimientos, tensiones acumuladas y posturas inadecuadas.
También es bueno destacar que el equilibrio físico y mental que brinda la práctica de este arte milenario ayuda a aliviar el insomnio, pues la ansiedad o la angustia que trae problemas de sueño, se canaliza permitiendo eficazmente el descanso.
Mejora la oxigenación cerebral y la memoria, los ejercicios de respiración permiten que el cerebro se oxigene, lo que mejora la concentración, la memoria y la agudeza.
Mejora los niveles de hipertensión arterial, la práctica del ejercicio aeróbico combinado con las técnicas de meditación, contribuye a mejorar los niveles de hipertensión arterial.
Cualquier persona puede practicar tai chi, pueden hacerlo los niños, los adultos mayores, los jóvenes, etc.
Es una técnica muy fácil de seguir con movimientos suaves y pausados cuya fuerza va progresando poco a poco.