El dolor de espalda repentino y agudo puede ser un síntoma de fractura vertebral. Un paciente puede estar asintomático en reposo, pero con dolor dorsal o lumbar e incluso radicular al ponerse de pie y caminar, lo que nos indicaría que la fractura puede ser inestable. Los síntomas más habituales son: Dolor dorsal o lumbar. Síntomas por afectación nerviosa. Incapacidad realizar la actividad normal. Si la fractura se sabe, o se sospecha, que puede ser osteoporótica se complementa el estudio con una densitometría ósea y un análisis de sangre para valorar el estado del hueso e indicar o no paralelamente un tratamiento para mejorar la calidad del mismo. Tratamiento Si la columna se mantiene estable y el dolor es controlable, se tiende a tratar de manera conservadora con medicación vía oral, ortesis y reposo relativo. Si al pasar unas semanas o meses, no se consigue controlar dicho dolor, se puede indicar una cementación vertebral percutánea mediante vertebroplastia o cifoplastia , con el objetivo de estabilizar el hueso roto y actuar en las terminaciones nerviosas del cuerpo vertebral para reducir el dolor. Si una o varias cementaciones vertebrales no son suficientes para estabilizar la columna, puede requerirse el uso de osteosíntesis que también pueden implementarse de manera abierta o percutánea, dependiendo de cada caso.