Los ultrasonidos en medicina estética, se vienen utilizando debido a su efecto mecánico y térmico.
Son aquellas ondas mecánicas de presión, de tipo longitudinal y de frecuencia superior a los 20.000 Hz., imperceptibles por el oído humano.
Al ser una onda, ésta necesita de un medio para su propagación, pudiendo hacerlo a través de cualquier medio, ya sea gas, líquido o sólido; transmitiéndose a una velocidad variable.
Se describen 3 efectos importantes sobre los tejidos: Efecto térmico, debido al rozamiento, generando calor y por consiguiente vasodilatación y aumento de la circulación; favoreciendo absorción de líquidos retenidos y por tanto tener efecto antiinflamatorio.
Efecto mecánico, debido al movimiento oscilatorio que producen en las partículas del organismo, comportándose a modo de micro masaje.
Cuando el efecto mecánico se producen a intensidad mayor, puede producir rotura de la membrana celular y cavitación, efecto bien aprovechado también en medicina estética.
Efecto bioquímico, esto se produce a intensidades bajas, haciendo que el pH del tejido se modifique, y con ello provocando cambios en la permeabilidad de la membrana celular, favoreciendo el intercambio de líquidos y nutrientes.
Los bultrasonidos a baja frecuencia de 1-2 MHz, puede ser utilizado para la liberación de cicatrices y adherencias fibrosadas; en tratamiento preventivo de las contracturas musculares posterior a implante mamario; como analgésico por su efecto sonoforética.
A frecuencia de 2 MHz, se utiliza en tratamiento de cicatrices y adiposidades localizadas, así como también en casos de celulitis o piel de naranja.
Igualmente estos aparatos están diseñados para su uso en medicina estética, para poder utilizarse a frecuencia de 3MHz, sobre todo en caso de adiposidades, tomando en cuenta el grado de penetración.
Los ultrasonidos en medicina estética, igualmente pueden combinarse con otros procedimientos como: linfodrenaje linfático, mesoterapia, radiofrecuencia y ultracavitación, potenciando en algunos casos sus efectos benéficos.
Usualmente son leves y transitorios y los más frecuentemente observados son: Rojez y tumefacción en el área aplicada, el cual puede durar varios días, con remisión total y sin secuelas.
Aumento de sensibilidad al tacto, igualmente con remisión rápida.
Ocasionalmente podemos observar hematomas, sobre todo en modo de ultracavitación, los que generalmente son pequeños y con resolución espontánea.
Excepcionalmente podemos ver quemaduras cutáneas, los que remiten con los tratamientos convencionales sin dejar secuelas.
En caso de heridas y fracturas recientes.
Pacientes con marcapasos
Pacientes que padecen epilepsia.
En áreas de tromboflebitis e infecciones dérmicas.
Evitar su aplicación en áreas ocular y auricular.
Durante embarazo.
A la luz de las evidencias a lo largo de los últimos años, podemos afirmar que el ultrasonido en medicina estética se ha convertido en una arma fundamental para el tratamiento de diversas patologías y inestetisismos del tejido adiposo, así como su utilización en cirugía estética en el tratamiento preventivo de la contractura capsular en implante de prótesis mamaria.
Por otro lado el beneficio potenciación de sus efectos al combinarlos con otros tratamientos como mesoterapia en hidrolipoclasia.
Asimismo señalar el beneficio del tratamiento cuando se utiliza como complemento en pacientes operados de lipoescultura.
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