El sueño puede favorecer la recuperación y mejorar el rendimiento deportivo en general, pero practicar deporte también tiene sus beneficios para el sueño. Incorporar entrenamientos de fuerza a tu rutina semanal puede tener sus beneficios, según indica Jason Bennie, investigador del sueño y del deporte y profesor adjunto de epidemiología de la actividad física en la Universidad de Southern Queensland de Australia. En otras palabras, tener una rutina constante de ejercicio mejora el sueño, y un mejor sueño equivale a un mejor rendimiento en el deporte, por lo que ambas prácticas se complementan y se benefician una de la otra. Teniendo en cuenta el gran número de personas que participaron, Bennie afirma que hay pruebas convincentes de la relación entre el entrenamiento de resistencia y la mejor calidad del sueño, independientemente de la edad y de la persona. Además, añade que la fortaleza de esta relación puede deberse a varias razones. Entre ellas, encontramos una mejor variabilidad de la frecuencia cardíaca y una mejor presión arterial, además de mejoras en la regulación de la glucosa y del colesterol. Se ha demostrado que la calidad del sueño y el ejercicio regular favorecen todas estas funciones del cuerpo. Bennie señala que, si solo vas a centrarte en varios aspectos de tu salud, que sean estos dos, ya que se complementan muy bien. Cuanta más atención prestes al sueño, más probabilidades tendrás de mejorar tu actividad física, y viceversa. El número de horas semanales debe ser regular, y suele rondar las 50 y las 60 horas de sueño por semana. Winter explica que echar alguna que otra cabezada para alcanzar esas horas puede ser una buena idea, siempre que sea algo ocasional y no se convierta en un hábito diario.