El sobreesfuerzo es la consecuencia de una exigencia física excesiva en el desarrollo de la fuerza mecánica que nos permite realizar una determinada tarea.
Este problema aparece cuando obligamos a nuestro cuerpo a realizar un esfuerzo que va más allá de sus límites, de manera constante, arriesgando el desarrollo de patologías serias.
Un gran porcentaje de los accidentes laborales tiene su origen en los sobreesfuerzos, malas posturas y microtraumatismos repetidos.
Dentro de los problemas más comunes originados por este mal se encuentran los trastornos musculoesqueléticos, que afectan a los músculos, tendones y huesos.
Quienes realizan actividades deportivas también pueden llegar a sufrir lesiones a raíz de esta pésima prática.
Puede sucederle tanto a deportistas profesionales o como a quienes realizan un esfuerzo fuera de lo común, forzando por sobre el máximo la capacidad de una articulación o una extremidad en particular.
Sus consecuencias pueden ser una diversidad de trastornos musculo esqueléticos y lesiones, como distensiones, calambres, contracturas y desgarros.
Además, los sobreesfuerzos también pueden ocasionar otro tipo de problemas de salud como: Lesiones traumáticas Lesiones no traumáticas Accidentes del trabajo Enfermedades profesionales.
Este fenómeno también tiene un impacto en la salud mental, visual, auditiva y emocional.