Los profesionales sanitarios distinguimos 4 grados de rotura, siendo el grado 0 las microrroturas que se dan al sufrir agujetas y que tienen una recuperación espontánea en 3-7 días y el grado 3 un desgarro muscular completo cuyo pronóstico de recuperación nunca es inferior a 6-8 semanas.
La velocidad de reparación de un hueso depende en gran medida de la sangre que reciba.
Por ejemplo, las típicas fracturas de clavícula se inmovilizan solo entre 15-45 días normalmente.
Sin embargo, las fracturas de escafoides pueden llegar a inmovilizarse durante más 3 meses, porque algunas zonas de él reciben poca sangre y consolidan mal.
Además, también dependen de la carga que vaya a recibir el hueso tras quitar la inmovilización.
En el caso de rotura de tendón de Aquiles la recuperación completa puede oscilar entre los 3 y los 10 meses.
El tiempo de recuperación depende en gran medida de la localización de la lesión.
No es lo mismo que se dañe una neurona cerebral a que se dañe una neurona de un nervio del brazo, pues éste último tiene mejor pronóstico de reparación a medio plazo.
Además, el tipo de lesión del nervio influye, siendo más grave una rotura total del nervio, que un daño leve no estructural.
La recuperación y velocidad de reparación se verá dificultada cuanto mayor sea la persona, puesto que las personas jóvenes cuentan con una capacidad de recuperación mayor y reparan el tejido con materiales de mejor calidad.
La obesidad, el consumo de alcohol y/o tabaco recurrente, el estrés constante, la alimentación, incluso la falta de pequeñas dosis de carga durante la recuperación, puede alterar la calidad y eficiencia de la reparación.
Músculos, tendones, ligamentos y huesos se benefician de ella durante este proceso.