Si bien algunos remedios caseros pueden ofrecer un alivio momentáneo, es crucial entender los riesgos que implica confiar únicamente en ellos para tratar problemas ortopédicos.
Uno de los remedios caseros más comunes son los elaborados con hierbas.
Si bien es cierto que algunas tienen propiedades antiinflamatorias, su efectividad no está garantizada y pueden tener algún tipo de interacción con otros medicamentos que esté tomando el paciente.
Otro error frecuente es el uso de vendajes apretados.
Aunque un vendaje puede proporcionar soporte y aliviar el dolor, cuando se ajustan demasiado, puede afectar la circulación sanguínea y dañar los tejidos.
La aplicación de calor o frío es otro remedio casero muy popular.
Si bien ambos pueden aliviar el dolor, es crucial saber cuándo aplicar cada uno y por cuánto tiempo.
Un uso incorrecto puede empeorar la lesión.
Finalmente, los masajes caseros son otro método popular.
Aunque es cierto que un masaje puede relajar los músculos y aliviar tensiones, uno mal aplicado puede lesionar aún más los tejidos inflamados y aumentar el dolor.