El masaje terapéutico o masoterapia, fue diseñado para brindar relajación, estimulación o rehabilitación a las diferentes partes del cuerpo, ayudando a mejorar la flexibilidad de los músculos, promover una mejor circulación y a su vez, reducir el estrés. Está demostrado que los masajes benefician tanto a la piel, como a los músculos, el aparato digestivo, el sistema nervioso y respiratorio, producción y normalización de hormonas e influye directamente en el estado de ánimo de las personas.
El masaje, por medio de la presión asociada al tacto, aumenta la actividad vaga, que a su vez, disminuye las hormonas del estrés como el cortisol.
Efectos sobre la piel Por medio de los masajes, la piel gana elasticidad, firmeza y flexibilidad.
Efectos sobre el sistema musculoesquelético El masaje estimula la acción muscular y a su vez, aumenta y mejora la circulación linfática y venosa, promoviendo la eliminación de deshechos o toxinas del organismo.
El masaje alivia el estrés tanto físico como emocional, controla la ansiedad y la depresión, ya que reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés)
Descontractura y relaja los músculos, al aumentar la circulación sanguínea y además reduce el ritmo cardiaco y disminuye la presión de la sangre.
Contribuyen a aliviar el dolor, y regula y disminuye la tensión física.
Mejoran la capacidad de conciliar el sueño
Fortalece el sistema inmunológico.
Reduce las inflamaciones al mejorar la circulación linfática.
Reducen los dolores de cabeza.