La fisioterapia es la base del tratamiento rehabilitador de cualquier lesión de rodilla, haya habido o no cirugía previa. Una correcta evaluación del estado del paciente y la definición de un programa adecuado de fisioterapia permitirá acortar al máximo los tiempos de recuperación. La movilización es la parte clave de la recuperación de las lesiones de rodilla y, de una forma o de otra, debe iniciarse lo antes posible, combinándose, en función de lo que decida el fisioterapeuta, con otras técnicas, como el masaje o la electroestimulación. La evaluación del paciente se realizará en repetidas ocasiones para valorar los progresos obtenidos y, si es necesario, corregir el programa determinado inicialmente en función de ello, replanteando los objetivos. En la medida en que se avance en el programa de rehabilitación, el paciente podrá llegar a completar por sí solo el movimiento y luego pasará a una tercera fase en la que deberá realizarlo oponiendo resistencia al mismo, lo que le ayudará a fortalecer todos los músculos, ligamentos y tendones y, por tanto, a ganar, fuerza, resistencia y estabilidad en la articulación.