Tras la operación de espalda, el paciente deberá quedar en observación un par de días. En casos de disectomía, en que se elimina la parte herniada del disco, el paciente podrá sentir dolor y debilidad, aunque la recuperación debería ser rápida. En la cirugía de fusión, que une varias piezas óseas y aporta estabilidad, la recuperación del paciente será más complicada, al tener que permanecer en reposo y sin recuperar la actividad por tres o cuatro meses. La cicatrización del hueso puede tardar más de un año en producirse. El dolor tras una operación de espalda puede producirse debido a la propia intervención, por complicaciones o por causas ajenas a ella. En algunos casos, el dolor puede aparecer justo después de que se pase el efecto de la anestesia y la localización y características del dolor son idénticas a las de antes de la operación. Tras una operación de espalda, el dolor inicial puede desaparecer al realizarse la operación correctamente, pero esto no quiere decir que no pueda volver a producirse o que aparezcan dolores en otras partes de la columna.