Deberá seguir las recomendaciones que le hicieron al ser dado de alta en el hospital.
Deberá utilizar un cabestrillo, lo llevará desde unos días hasta unas 3-6 semanas.
Sólo se lo retirará para hacer los ejercicios indicados y para el aseo personal.
El dolor es común tras una artroscopia de hombro, y su intensidad suele aumentar por la noche.
Deberá tomar la medicación analgésica y antiinflamatoria prescrita.
En los primeros días debe tomarse la medicación de forma pautada, es decir con la frecuencia que le hayan indicado, le duela o no le duela su hombro recién operado.
Es muy frecuente que en los primeros días el paciente tenga dificultades para conciliar el sueño.
Si se le ha indicado, no debe retirarse el cabestrillo para dormir.
Suele ayudar el dormir boca arriba con el tronco algo elevado, o reclinado sobre el lado no operado.
El cirujano, el médico rehabilitador o el fisioterapeuta le habrán instruido sobre los ejercicios que debe realizar en casa.
Habitualmente le entregarán una hoja con unas tablas de ejercicios apropiados para su caso concreto, y que deberá hacer unas tres o cuatro veces al dia.
Debe de contactar con su hospital en los siguientes casos: Fiebre mayor de 38 ºC, dolor intenso que no cede con la medicación prescrita, problemas en las heridas quirúrgicas como sangrado, enrojecimiento, inflamación o secreción de líquido espeso o amarillento, dolor, edema o hinchazón llamativos en el miembro intervenido, pérdida de sensibilidad, palidez o sensación de que el miembro intervenido está más frío que el sano.
Nunca debe conducir durante la fase inicial en que lleve el cabestrillo.
Retirado el mismo, será su cirujano o rehabilitador quien le autorice a conducir, en función de la cirugía practicada y su evolución.
Conducir antes de que se lo indique puede ser motivo de un accidente de tráfico.
El tiempo de recuperación va a depender entre otros factores de la función y la lesión que usted tenía y del prodecimiento quirúrgico practicado.
Su cirujano le indicará el tiempo estimado en su caso concreto, que puede variar desde las 6-8 semanas para los procedimientos sencillos hasta más de 6 meses para los casos más complejos.
No obstante, cuando se retire el cabestrillo, podrá realizar de forma progresiva muchas tareas habituales que no necesiten fuerza ni separar en exceso la mano del tronco o elevar la mano por encima del hombro.
Si su trabajo es sedentario podrá incorporarse al mismo incluso con cabestrillo a partir de las 3 semanas, pero si requiere esfuerzos manuales necesitará más tiempo.
Debe tener en cuenta que el hombro es una articulación muy compleja y tarda en recuperar su función, siendo habitual que la mejoría siga produciéndose hasta más de un año tras la cirugía en casos de grandes roturas tendinosas que se han reparado.
Un aspecto importantísimo es que el paciente comprenda que una cirugía compleja de hombro se puede acompañar de un largo proceso de rehabilitación.
Pero lo habitual es que la recuperación final sea excelente.
A los 10-12 días el paciente es revisado en curas y se le retiran los puntos.
Se supervisan los ejercicios que está realizando en casa y se remite a Rehabilitación/Fisioterapia para iniciar un programa de recuperación funcional de su hombro.
Habitualmente, en una primera fase, su cirujano le revisará en su consulta cada 4-6 semanas.
El frío local es un potente analgésico y antiinflamatorio para el hombro recién operado.
Se debe de aplicar un mínimo de 3-4 veces al día durante unos 20 minutos, evitando el contacto directo con la piel, cubriendo el hombro por ejemplo con una toalla.
Es ideal aplicarlo después de cada sesión de ejercicios domiciliarios indicados.
Durante los 5-6 primeros días es conveniente que no levante los apósitos.
Durante ese período puede asearse con ayuda de una esponja, evitando mojar los apósitos.
A partir de los 5-6 días, si se lo autoriza su cirujano, puede retirar los apósitos para ducharse; limpie las heridas con ayuda de una esponja suave con jabón/gel de baño .
Luego debe secar las heridas y cubrirlas con un antiséptico y nuevos apósitos.
El paciente con dolor severo en el postoperatorio es más difícil de recuperar, con independencia del procedimiento quirúrgico realizado.
Las unidades especializadas en el tratamiento del dolor así lo recomiendan, pues si el dolor es mínimo o tenemos una pequeña y llevadera molestia, nuestro cerebro “no grabará ni recordará” episodios de intenso dolor, siendo la medicación mucho más efectiva.
Colóquese almohadones para elevar la espalda y una almohada pequeña entre el brazo intervenido y su tronco, a nivel de la axila.
Si le resulta más cómodo, puede intentar dormir en un sillón.