Los síntomas más comunes de la inflamación de la ATM incluyen dolor en la mandíbula, el oído o alrededor del rostro, dificultad o dolor al abrir la boca, y un crujido o chasquido al mover la mandíbula. La inflamación de la articulación temporomandibular puede ser el resultado de diversos factores, que a menudo interactúan entre sí, complicando el diagnóstico y el tratamiento. Es importante resaltar que la inflamación de la ATM no es exactamente lo mismo que la disfunción de la ATM. La disfunción de la ATM hace referencia a un conjunto de trastornos que afectan a la articulación temporomandibular y a los músculos masticatorios, que pueden causar dolor y limitación en el movimiento de la mandíbula. La inflamación de la ATM puede ser uno de los síntomas o causas de esos trastornos, un estado de hinchazón y posiblemente dolor en la articulación temporomandibular, que podría ser debido a una artritis, trauma, o otras condiciones inflamatorias. Algunas de las causas pueden estar relacionadas con estrés o bruxismo, traumatismos y lesiones, desalineación dental, artritis reumatoide u osteoartritis, trastornos autoinmunes, infecciones, anomalías congénitas, condiciones degenerativas del disco. El tratamiento para desinflamar la articulación temporomandibular varía según la severidad y la causa subyacente de los síntomas. Los tratamientos conservadores pueden ser útiles en casos leves o estadios poco avanzados de problemas de la ATM, e incluyen férulas oclusales, fisioterapia especializada, medicamentos antiinflamatorios y modificación de hábitos. La artroscopia de la ATM es una técnica efectiva para corregir el problema de raíz, mientras que la artrocentesis puede ayudar a reducir la inflamación, pero no trata la raíz del problema. Aplicaciones de calor y frío, ejercicios para la mandíbula, control del estrés, dieta blanda temporal y evitar movimientos extremos de la mandíbula pueden ser consejos útiles para manejar los síntomas en casa. Sin embargo, si se experimenta dolor persistente o molestias en la mandíbula, lo más recomendable es consultar a un especialista en ATM para una evaluación completa y explorar las opciones de tratamiento más adecuadas.