La vitamina D es esencial para la salud de nuestros huesos y articulaciones, ya que facilita la absorción de calcio, un mineral fundamental para mantenerlos fuertes y funcionales. Además, estudios recientes indican que niveles adecuados de vitamina D pueden disminuir el dolor en enfermedades como la artrosis y ayudar a ralentizar su progresión. A pesar de la abundante luz solar en países occidentales como España, se ha observado una deficiencia significativa de vitamina D en la población. Según estudios recientes, cerca del 75% de las personas presentan niveles bajos de esta vitamina. Esta deficiencia se debe, en parte, a los meses de invierno, cuando la exposición al sol disminuye, afectando especialmente a quienes viven en el hemisferio norte. Los niveles óptimos de vitamina D en sangre se sitúan entre 30 y 50 ng/mL. Se considera insuficiencia cuando los niveles están entre 20 y 30 ng/mL, y deficiencia por debajo de 20 ng/mL. Es recomendable consultar con su médico para evaluar estos niveles mediante un análisis de sangre. Si se detecta una insuficiencia o deficiencia, el médico podrá aconsejar una suplementación adecuada para mantener la salud de los huesos y articulaciones. Si tu médico recomienda suplementación, es importante buscar productos de calidad. Opta por suplementos libres de alérgenos y sin excipientes como lactosa o gluten, para evitar reacciones indeseadas. También recuerda que la vitamina D es liposoluble, lo que significa que se absorbe mejor cuando se toma con alimentos ricos en grasas saludables. Consumirla junto a una comida facilita que el cuerpo pueda aprovechar mejor esta vitamina. Además, la vitamina K desempeña un papel complementario al de la vitamina D en la salud ósea. La vitamina K es necesaria para la activación de proteínas que ayudan a fijar el calcio en los huesos, evitando su depósito en arterias y otros tejidos blandos. Por ello, algunos estudios sugieren que la combinación de ambas vitaminas puede ser más efectiva para mejorar la salud ósea que la suplementación con vitamina D sola. Sin embargo, es fundamental que cualquier suplementación sea supervisada por un profesional de la salud para asegurar su seguridad y eficacia.