Recuperarse de una cirugía de columna, especialmente cuando es mínimamente invasiva, puede ser un proceso más llevadero si se sigue un plan estructurado de cuidados. Cada paciente tiene un ritmo único de curación, pero hay principios generales que pueden ayudar a optimizar tu recuperación y volver a tu rutina lo más pronto posible. Es crucial que planifiques un entorno cómodo y seguro en tu hogar. Asegúrate de tener ayuda para las actividades básicas durante los primeros días, como cocinar, desplazarte dentro de casa o realizar tareas domésticas. La recuperación completa puede tomar entre tres y seis meses, dependiendo del tipo de cirugía y de tu condición física previa. Aunque podrías volver a trabajar dentro de las primeras seis semanas, es vital no apresurar este proceso, sobre todo si tu empleo implica tareas físicas. Incorporar caminatas diarias y actividades de bajo impacto para mantener el cuerpo activo sin comprometer tu columna. En algunos casos, tu médico podría recomendarte un aparato ortopédico para proporcionar estabilidad adicional durante las primeras etapas de recuperación. La fisioterapia es un componente esencial en tu recuperación. Comenzará en el momento que tu cirujano lo indique. Durante estas sesiones, trabajarás con especialistas en ejercicios diseñados para fortalecer la musculatura de tu espalda y mejorar la movilidad.