Convine que el paciente guarde reposo relativo, limite la carga de peso y se ayude de dos muletas al caminar.
Durante un par de días la rodilla estará vendada y posteriormente podrá sustituir el vendaje por una media de compresión suave que llevará durante el día.
Respecto a la ducha, la clave es secar posteriormente la herida, aplicar un antiséptico y tapar con apósito o tirita.
Recomendamos aplicar frío en la zona tras la realización de ejercicios de recuperación, que pueden ser:
Ejercicios de rodilla, 10 repeticiones de cada 3 veces al día:
Levantar la pierna estirada hasta un palmo del suelo y mantener 5 segundos.
Doblar la pierna todo lo que le permitan las molestias, salvo que se le haya realizado una sutura meniscal en cuyo caso solo doblará hasta formar un ángulo recto con la rodilla.
Apretar la parte de atrás de la rodilla contra el suelo a la vez que flexiona el tobillo todo lo posible durante 5 segundos.
Pautamos heparina diaria durante 10 días para evitar la formación de trombos en las piernas, salvo en los menores de 15 años, y lo habitual es que los antibióticos no sean necesarios porque se trata de una cirugía limpia.