El dolor cervical es una experiencia común hoy en día por nuestros hábitos diarios, desencadenada por posturas inadecuadas, estrés y actividades repetitivas que afectan nuestra vida cotidiana. Las causas del dolor de cuello están relacionadas, por lo general, con nuestros hábitos y actividades diarias. Malas posturas, estrés y tensión muscular, y sobrecarga repetitiva, son las causas más comunes del dolor de cuello. La cotidianidad actual nos ha llevado a adoptar posturas sedentarias que, a la larga, se pueden convertir en dolor de cuello. El estrés, ese compañero fiel de la vida moderna, puede manifestarse físicamente en nuestros cuerpos, y el cuello no escapa a sus garras. La repetición constante de algunas actividades, como mirar hacia abajo para enviar mensajes de texto o trabajar en una posición fija durante horas, sobrecarga los músculos del cuello. La tensión muscular causada por el estrés se traduce en nudos dolorosos y rigidez en la zona cervical. Aprender a gestionar el estrés es esencial para prevenir y aliviar el dolor de cuello. La sobrecarga repetitiva puede resultar en la irritación de los tejidos y, en última instancia, en la experiencia de dolor crónico. El dolor de cuello está relacionado con posturas inadecuadas, estrés y actividades repetitivas, que se pueden prevenir con estiramientos y ejercicios adecuados.