Cuando la médula espinal está dañada, los mensajes no pueden ir y venir del cerebro a los nervios espinales, lo que tiene graves consecuencias para la capacidad del cuerpo de moverse y funcionar como debería. Cualquier lesión en la columna vertebral se considera extremadamente grave. Ya sea por un uso excesivo, un tumor, una estenosis o un accidente de tráfico, una lesión medular puede provocar la pérdida de funciones, movilidad y sensibilidad, afectando a todos los aspectos de la vida cotidiana. Las lesiones de la columna cervical o del cuello pueden causar tetraplejia o parálisis completa. Las lesiones a nivel torácico y por debajo del mismo pueden causar paraplejia o parálisis de las piernas y la parte inferior del cuerpo. Algunos signos comunes de una lesión de la columna vertebral incluyen: Dolor crónico, dificultad para caminar, dolor de cabeza, incapacidad para regular la presión arterial, incapacidad de mover los brazos/piernas, falta de sudoración por debajo de la lesión, pérdida de control de la vejiga o del intestino, presión arterial baja, adormecimiento u hormigueo en las extremidades, dolor o presión en el cuello o la espalda, reducción del control de la temperatura corporal, signos de shock, posición antinatural de la cabeza, la inconsciencia.